viernes, 27 de marzo de 2015

Copiloto provocó la tragedia del accidente aéreo en los Alpes franceses


  • Los fiscales no dejaron dudas de que Andreas Lubitz estuvo en control del Airbus y causó su descenso fatal

Agencias y Excélsior
27 de marzo 2015

MARIGNANE, 27 de marzo.– La investigación sobre la catástrofe del Airbus A320 de Germanwings en los Alpes franceses dio ayer un giro inesperado, con la afirmación de la justicia francesa de que el copiloto alemán se encerró en la cabina solo e hizo estrellar el avión.

Después de escuchar las grabaciones de voz de la caja negra del avión, los fiscales franceses aseguraron que Andreas Lubitz, de 28 años, estuvo en control del Airbus y provocó su descenso fatal. No dieron explicaciones sobre sus motivos.

Esta revelación coincidió con la llegada a Francia de familias de las 150 víctimas, que tuvieron la primicia de esa información, antes de la conferencia de prensa dada por el fiscal de Marsella, Brice Robin, en el aeropuerto de Marignane.

El fiscal precisó que Lubitz no estaba “registrado como terrorista”, información confirmada después por Berlín.

La policía registró sus dos viviendas, en  Düsseldorf y en Montabaur, en el oeste de Alemania.

“Esta tragedia toma una dimensión completamente inimaginable”, declaró Angela Merkel, agregando que “esto va más allá del entendimiento”, en una breve declaración a la prensa, en la Cancillería, en Berlín.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se declaró, por su parte, “conmocionado” por las revelaciones de la investigación. Entre las 150 víctimas, 50 eran españolas y 75 alemanas.

Voluntad de destruir el avión

El anuncio del fiscal francés causó consternación en Alemania.

“Quería saber dónde vivía el asesino”, gritaba Hans-Dieter, un ciudadano de 50 años, cerca de la casa familiar de los Lubitz en Montabaur.

“No hay el más mínimo indicio sobre lo que llevó al copiloto a cometer un acto tan horrible”, aseguró Carsten Spohr, director de Lufthansa, casa matriz de Germanwings. “Incluso en nuestras peores pesadillas, no habríamos podido imaginar semejante tragedia”, dijo entre sollozos.

Lubitz, que tenía 630 horas de vuelo, se quedó solo en la cabina de pilotaje tras la salida del piloto, accionó el botón de descenso y no le dejó abrir la puerta para volver a entrar, indicó el fiscal.

En la caja negra “se oyen varias llamadas del comandante para pedir el acceso a la cabina de pilotaje, pero no hubo ninguna respuesta del copiloto”, agregó.

Lubitz, cuya respiración regular se oye hasta el final, no respondió tampoco a las llamadas de la torre de control que se dio cuenta del descenso anormal del aparato.

“La interpretación más verosímil” es que su gesto “puede analizarse como una voluntad de destruir el avión”, aseguró Brice Robin.

El fiscal les señaló que los pasajeros murieron instantáneamente y que “no se dieron cuenta de que el avión se estrellaba hasta el último momento”.

En los últimos segundos antes del choque contra la montaña, la grabación de 30 minutos deja oír la alerta señalando la proximidad del suelo y los gritos de los pasajeros.

Nuevas reglas

Tras las revelaciones, varias aerolíneas, incluida la británica Easyjet, primera compañía de bajo costo europea, anunciaron que impondrán la presencia continua de dos personas en la cabina de pilotaje durante los vuelos.

Horas después, Canadá decretó la entrada en vigor “inmediata” de esa medida para todas las compañías canadienses, y la federación alemana del sector aéreo aseguró que también la aplicará.

Mientras, los primeros restos de las víctimas fueron heliportados el miércoles por los equipos de socorro en el lugar de la catástrofe, cerca de Digne.

Ayer  se reanudaron las operaciones de rescate de los cuerpos y de búsqueda de la segunda caja negra, la que contiene los datos del vuelo, que sigue sin ser encontrada. Forenses acompañados por gendarmes especialistas de la montaña fueron llevados en helicóptero hasta el sitio.

Según el teniente-coronel Xavier Vialenc, los gendarmes “tratan de recuperar todo lo que pueden”. La tarea será “larga, muy larga, al menos 15 días”, dijo.

El fiscal señaló que “a las familias les cuesta un poco creer lo que ha sucedido”.

FALLÓ EL PROTOCOLO EN LA CABINA
La aerolínea Germanwings podría enfrentar acciones legales  “porque se violaron los protocolos de seguridad, seguramente habrá una repercusión legal, pero expertos tendrían que determinar el delito que se le imputaría,  sería homicidio culposo o doloso”, anticipó el capitán Guillermo Galván, experto en aeronáutica.

Entrevistado por Pascal Beltrán del Río para Grupo Imagen Multimedia señaló que las medidas que adoptaron las firmas Air Transat de Canadá y de Islandia Icelandair en el sentido de que siempre haya dos tripulantes en la cabina de sus aviones se debe analizar, ya que “poner otro piloto en cabina implica problemas económicos y de peso”.

 “Primero tenemos que hacer un alto en la industria para ver qué es prevenible y qué es previsible, porque poner un tercer piloto implica complicaciones económicas y logísticas y podría aumentar el precio de los boletos”.

Agregó  que “ese protocolo (de dos en cabina) ya existe desde el 9/11, por eso me extraña, no debe quedarse una sola persona en la cabina, cuando sale un piloto un sobrecargo debe quedarse hasta que el piloto regrese”.

Cuestionado sobre las dudas de que realmente hubiera sido el copiloto alemán Andreas Lubitz el causante del accidente, dijo que “por el bien de la industria y la pronta respuesta al caso, tienen que soltar ya las grabaciones para evitar las teorías conspiracionistas”.

Galván afirmó que los colegas “estamos sorprendidos y consternados, esperábamos que fuera un accidente técnico, pero nunca esperamos el tema de que hubiera sido premeditado porque contra eso no hay mucho qué hacer, salvo mejorar los sistemas de seguridad, de entrenamiento y de los perfiles de los pilotos”.

El accidente ocurrido en los Alpes “nos hace preguntarnos ¿dónde estamos después del 11 de septiembre y a dónde va la aviación?” Explicó que precisamente a partir de septiembre “no cualquiera puede ingresar porque las puertas han sido reforzadas, están diseñadas para no abrir desde fuera, pero no se había previsto que la amenaza fuera dentro de la cabina. Si el copiloto cerró la puerta por dentro, el piloto no tenía ya nada que hacer, él (copiloto) sabía y conocía totalmente la ruta, programó un descenso con una velocidad continua y que no permitiera la interrupción de la aeronave hacia la zona de impacto”.

“No se  puede acceder ni debe  entrar nadie fuera de los pilotos. Si te acercas a la puerta, incluso hay una calcomanía que indica que está prohibido el paso a toda persona ajena a la tripulación, pero no estábamos preparados para que la amenaza fuera desde adentro, desde un piloto.”

COMO EN RELATOS SALVAJES
“Intención de destruír el avión”. Las palabras, pronunciadas por el fiscal de Marsella sobre la idea premeditada del copiloto, Andreas Lubitz, para estrellar la aeronave de Germanwings, causa escalofríos y también recuerda el primer episodio de los seis que conforman la película argentina Relatos salvajes, de Damián Szifrón, nominada al Oscar en la terna de Mejor película extranjera en la pasada entrega.

En esa historia, que abre el largometraje, los pasajeros de un avión descubren sorpresivamente que todos tienen algo en común: la amistad de un hombre llamado Gabriel Pasternak (que nunca aparece a cuadro) a quien en algún momento de su vida, habían lastimado de alguna u otra manera. El terror se apodera de ellos cuando confirman que todos fueron llevados a ese avión por engaño y que es el propio Pasternak, encerrado en la cabina, el piloto de esa nave que parece tener como destino la muerte.

La explosión provocada por el choque de la aeronave, la vemos a la distancia, desde el jardín de los padres de Pasternak, como una bomba de humo que deja atónito al espectador.

“Una vez más habrá que aclarar aquello de cómo la pura coincidencia funde en una misma historia la realidad y la ficción. Se funden hasta confundirse, nunca mejor dicho”, escribe el diario argentino El Clarín en su edición digital.

Damián Szifrón

“Esos episodios fueron surgiendo sin proponérmelo. Después descubrí que estaban unificados por cierta temática (violencia, venganza) y por cierto deseo de liberación, de reaccionar como dictan tus emociones, tus sentimientos y tus impulsos, eso es lo que nos diferencia de los animales, porque tenemos la capacidad de reprimirnos, porque tenemos conciencia de la propia muerte y medimos consecuencias”.

–Por Salvador Franco Reyes

ERA UNA HIJA MODELO: PAPÁ
Desde los ocho años de edad, Dora Isela Salas Vázquez quedó huérfana, pero eso se encargó de forjar su carácter, se convirtió en una segunda madre para sus hermanos y una hija modelo.

Jorge Salas Zamarrón, padre de la regiomontana que perdió la vida en el avionazo en los Alpes franceses, dijo que su hija fue un regalo que la vida le dio.

 “(Era ) el pilar, tenía consejos y atenciones para todos; ella fue como una madre para sus hermanos; para mí que no me faltaran las atenciones”, dijo conmovido el vecino de la colonia Polanco, en el municipio de Guadalupe.

Recordó que la química bióloga, quien tenía 11 años de residir en España, llegó allá por sus propios esfuerzos como estudiante y por cuestiones de trabajo.

“Su vocación, era lo máximo. Su estudio, primeramente ella se fue de aquí con una beca a trabajar y estudiar a España”, mencionó sentado en la sala de la casa en donde creció la que era la mayor de sus hijas.

La familia de Dora Isela se encuentra consternada y aún conserva esperanzas de que ella esté bien.

“Todos estamos con la noticia de que no podemos creer lo que está pasando, aún no muere la esperanza que nos digan que está bien, la esperanza nunca muere”, afirmó Maribel Salas hermana de Dora Isela Salas.

En entrevista con Adela Micha para Grupo Imagen Multimedia, Maribel, afirmó que cuando escuchó la noticia nunca relacionó que su hermana estuviera en ese vuelo.

Un amigo de Dora Isela en Barcelona, fue quien le confirmó la noticia 15 minutos después. “Una de sus amigas en Barcelona estaba hablando con ella por teléfono antes de abordar el avión, esta amiga fue quien se dio cuenta...”.

–Por Aracely Garza y Redacción excélsior.com.mx

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